No son pocas las veces que hemos hablado en Autofesa de seguridad vial. Si bien los últimos informes no son nada alentadores, está claro que todavía queda mucho por hacer para concienciar a la gran mayoría de conductores que circulan por las calzadas españolas. Según un reciente estudio publicado, el 60% de los conductores de un vehículo de más de diez años de antigüedad optan por los denominados “neumáticos de segunda mano” a la hora de cambiar las ruedas.
Lo que no saben, es que este hecho eleva de manera importante el riesgo de sufrir un accidente ya que se trata de dispositivos de seguridad al límite de su vida útil. Además, el hecho de circular con neumáticos de “ocasión” en verano, incrementa aún más las probabilidades de sufrir un accidente causado por un fallo de los neumáticos. Las razones son bastante claras.
Viajes largos, coches cargados en exceso y asfaltos recalentados son los factores ideales para que se origine un reventón y las pérdidas de banda de rodadura. Además, se prolonga la distancia necesaria para detener el vehículo en caso de frenada de emergencia.
El envejecimiento progresivo del parque automovilístico español es un hecho contrastado e incontestable. La edad media supera con creces los diez años. Y lo peor de todo, es lo que los usuarios de los vehículos más veteranos son los primeros consumidores de este tipo de neumáticos. Por lo tanto, si nos encontramos con vehículos que ya de por sí tiene una baja seguridad (comparados con unos modernos), el añadir este elemento a la ecuación no es nada bueno.
Según estimaciones realizadas, el mercado de neumáticos de segunda mano mueve en España en torno a los 15 y 17 millones de unidades anuales. Consolidando el negocio de casi 30.000 talleres especializados.
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